El mundo ejecutivo exige personas preparadas para enfrentar los retos que se vayan presentando en el curso de sus actividades. Uno de estos retos es presentarse ante más personas para exponer, presentar proyectos o entregar resultados, entre muchas cosas más. Cuando los ejecutivos se reúnen en oficinas amueblas Ciudad de México, generalmente es para tener juntas importantes por lo que estar preparado para hablar en público es de vital importancia.
Para muchas personas hablar en público es una actividad que genera ansiedad, nervios, stress, y en general se sufre. Mientras más público haya y de más importancia sea la presentación, el miedo es más grande. Sin embargo como ejecutivo, empresario, emprendedor o inversionista, en algún momento u otro deberás presentarte ante un grupo de personas y hablarles de una manera contundente y clara. El objetivo siempre será conectar con la audiencia.
Recomendamos perderle el miedo a esta actividad, en realidad no es tan difícil hacerlo, se trata simplemente de llevar una plática (acción que todos llevamos a cabo con mucha frecuencia) pero con la atención de varias personas. El miedo desaparece cuando te sientes cómodo frente a la gente.
A continuación te compartimos algunos consejos para convertirte en un gran orador y proyectar seguridad frente a tu audiencia, ya sea pequeña o grande, ya sea frente a un auditorio o a colegas en las oficinas amuebladas Ciudad de México.
- Sencillez en las palabras: Es normal que la audiencia se distraiga por momentos, así que por lo general captará una o dos de tus ideas principales expuestas. Divagar no ayudará a ser claro, el objetivo es que en un par de enunciados puedas comunicar el punto central de tu idea. Es indispensable que tengas muy claro lo que quieres comunicar antes de empezar, esto te permitirá estructurar tus ideas con anticipación y ganarle la batalla a los nervios.
- Organización: Así sea una presentación de un minuto o de una hora, debes llevar un orden en la exposición de tus ideas. La manera más práctica de hacerlo es introducción, ideas principales y conclusión. Es importante empezar con un mensaje corto pero significativo para llamar la atención de la gente y cerrar también con una frase o idea poderosa y contundente para que el público recuerde y se quede con ese último pensamiento.
- Brevedad poderosa: Los discursos largos, pesados, repetitivos y llenos de palabrería sin sentido, no tienen un buen efecto en la gente. La atención del espectador se pierde aproximadamente después de 12 o 15 minutos como máximo. Es por eso que siempre busca ser claro y conciso. Una presentación breve pero poderosa es muy efectiva.
- Sinceridad ante todo: Jamás trates de ser otra persona mientras expones, eso inmediatamente se notará, tampoco busques generar interés en un tema que ni a ti te causa interés o pretendas ser chistoso cuando no es algo que se te dé naturalmente. Siempre sé consecuente contigo mismo.
Cuando decidas hablar en público comparte información de valor, no hables por hablar, eso también resulta siempre muy evidente. Trata de transmitir al público el sentimiento que te genera lo que estás diciendo, por ejemplo emoción, preocupación, intriga, etc.
- Maneja la situación: Como siempre, la primera impresión es muy importante, así que no empieces asustado, serio o nervioso. El poder de la sonrisa es siempre una gran herramienta, también agradece la oportunidad de presentarte ante el público y comienza a hablar cuando ya tengas la atención de todos los presentes, pues así ellos entenderán que su atención es importante y se preocuparan por dártela (recuerda que debes hacer tu parte por mantener esa atención).
El contacto visual también tiene un gran valor, escoge caras amigables en varios lados del público y míralos directamente a los ojos y no olvides sonreír con cierta frecuencia. Debes adueñarte del lugar.
- Lee lo mínimo: Jamás será mejor leer que hablar con fluidez, conocimiento del tema y directamente del corazón. Posiblemente al hablar no reproduzcas las palabras tal cual del texto, pero siempre captarás mejor la atención de tu público. Esto no significa que no puedas llevar notas para guiarte y no perderte dentro de tu presentación, o leer datos duros si lo necesitas, pero esto debe ser solo un apoyo.
- Tranquilidad ante todo: Cuando la gente está nerviosa es común que olviden cómo respirar pausadamente. Un orador experto conoce la importancia de la respiración, para mantenerse bien oxigenado y tranquilo. Al respirar de manera agitada tu corazón se acelera, no piensas con claridad y te puedes hiperventilar. Siempre da inhalaciones largas y profundas.
Recuerda que si estás hablando ante un público (ya sea pequeño o grande) es porque tienes información de valor que compartir con ellos. Saber hablar en público es una herramienta de gran valor en el mundo comercial y de negocios, ya sea que apenas comiences o seas un empresario veterano, saberte presentar ante un público siempre te será de gran utilidad.
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